Ya sea la víspera de Navidad, Año Nuevo o Día de Reyes, estas ocasiones son para ser compartidas con una abundancia de una deliciosa comida y bebida, una conversación interesante y un ánimo de fiesta. Y un buen anfitrión sabrá proporcionar un ambiente agradable para sus invitados.
Dawn Bryan, autora del libro, «El arte y la etiqueta de regalos», experta en etiqueta y protocolo para celebridades, y fundadora de Qualipedia, un portal de información al consumidor y estilo de vida, ofrece los siguientes consejos que te ayudarán a poner ese sello personal en tu propio evento:
Planea con estilo personal: Crea una reunión a la que te gustaría asistir a ti mismo y una vez que comience, asegúrate de ser un invitado en tu propia fiesta.
No esperes más de ti mismo de lo que puedes ofrecer: Asegúrate de no estirarte demasiado, o subestimes el tiempo y los recursos necesarios, especialmente en tiempo de vacaciones cuando ambos son tan escazos. Haz listas y notas que te obliguen a ser realista acerca de tu tiempo y dinero.
Sé creativo: Si no tienes el espacio o las facilidades para preparar y servir una comida completa, sé creativo y crea por ejemplo una fiesta de postres o una cata de vino o miel. Luego haz de esta actividad tu propio evento anual.
Un menú versátil: Si tienes poca ayuda para servir, selecciona un menú versátil que se pueda mantener caliente o frío, reduciendo así al mínimo la necesidad de correr ida y vuelta toda la noche a la cocina.
No hace falta ser un gran cocinero para dar una gran fiesta: Elige un menú de comidas para calentar, platos o guisos de restaurantes locales, comida preparada de alguna tienda de comestibles, tienda especializada en alimentos o catálogo en línea. Puedes además combinar alimentos envasados y preparados con frutas frescas o verduras. El toque final lo dará tu creatividad personal.
Organiza puestos de comida y bebida: Coloca los alimentos y bebidas (excepto tal vez para los frutos secos y aperitivos) en lugares separados. Esto ayuda a controlar a los invitados y disminuye la probabilidad de derramar las bebidas y que se caigan los platos al suelo.
¿Esperas niños?: Prepárate para ellos creándole su propia zona de juegos y comedor. Inclúyeles actividades, alimentos fáciles de ingerir y bebidas en envases cerrados.
Saludar a tus invitados: Tú u otro miembro de la familia debe hacer todo lo posible para que los invitados se sientan bienvenidos tan pronto como llegan. Si un huésped no encuentra a nadie en la puerta, entonces tendrá que averiguar dónde poner los abrigos y las botas. Asimismo, el tener que llegar hasta la cocina para finalmente encontrarse a su anfitrión con la cabeza dentro del horno no es una experiencia muy acogedora.
No micro-gestiones: Relájate, después de que lleguen los invitados permite que las cosas fluyan, pero asegúrate de que las nuevas visitas que vayan llegando sean propiamente presentados a los demás invitados. Si no conocen a nadie, antes de que lleguen, puedes pedirle a un buen amigo que te de un ayude con ellos.
Selecciona música: Busca música que complemente, no domine la fiesta. Debe ser compatible con tus invitados en sus gustos y no ser repetitiva. Además, es preferible que sea más fuerte en el inicio de la fiesta, cuando hay menos personas y quieres que la gente converse, que más adelante, cuando las personas se sientan obligadas a elevar sus voces para poder ser oídos en la conversación.
Es además muy importante que siempre envíes a tus invitados a casa con una pequeña bolsa de regalitos, puede ser una media navideña, donas para el desayuno, una revista, un calendario del próximo años, bolsas pequeñas de chocolate o macarrones, o simplemente un adorno para su árbol de Navidad.
Fuente: Buenos padres